Cristina Fernández Cubas visitó el Club de Lectura

Nos lo cuenta, de pe a pa, Roser Páez:

          El libro comentado fue ‘La habitación de Nona, obra galardonada con el Premio Nacional de Narrativa (2016). Fue un verdadero placer contar con esta escritora que se ha convertido en una de las cuentistas más estudiada y prestigiosa del país de las últimes décadas.

          Género el del cuento que con anterioridad se consideraba menor que la novela, pero que gracias a algunos escritores como José María Merino, Juan José Millás, Javier Marías o Enrique Vila-Matas, entre otros, lo han conseguido poner donde corresponde.

          Cristina Fernández Cubas combina en sus relatos lo misterioso, enigmático y sorprendente. Tiene la gran facilidad de sumergir al lector en la historia gracias al ritmo, intensidad y a la creación de una atmósfera adecuada. Dota a sus cuentos de un lenguaje y una estructura al servicio de la historia, como ella misma afirma “en general, sitúo mis cuentos en escenarios cotidianos, perfectamente reconocibles, en los que, en el momento más impensado, aparece un elemento perturbador…”

          Y, efectivamente, los seis relatos que componen el libro, cuya reseña  podéis leer al final de este boletín, están plagados de situaciones inquietantes, de vueltas de tuerca y de sueños convulsos, que en muchos casos se convierten en pesadillas. 

          Cubas bebe de los cuentos orales que escuchó en su infancia, y en todos sus relatos maneja con absoluta libertad el tiempo y el espacio, y aquí hago referencia a su obra, ‘Cosas que ya no existen’, en la que afirma que “fue un pulso con la memoria, una aventura”. El libro recibió en su momento un premio de cuentos, pero lo verdaderamente premiado en este caso, fue “la realidad” de la que ella fue testigo en su vida y a la que, en ocasiones cediera la palabra a terceros para componerla.

          Entre sus personajes no faltan quienes esconden piscologías confusas o crueles, incluso habitan mundos paralelos, como sería el caso de ‘La habitación de Nona’. Toda una lección de narrativa que deleitó al grupo y que, sin duda, convirtió la sesión en un encuentro memorable.  

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