Història Barcelona organizó un ciclo sobre herejías medievales que tuvo lugar en los meses de febrero y marzo. Roser Pàez, delegada de la sección, nos hace un resumen:
El periodista y escritor David Revelles nos propuso una aproximación en torno a las principales herejías de la Edad Media que el Vaticano y, especialmente, la Santa Inquisición persiguieron de forma implacable. Una aproximación desde una perspectiva histórica al contexto cultural, social, religioso y político en el que aparecieron.
Una definición del hereje: es aquel que elige una opción espiritual diferente de la fe considerada justa o verdadera, compartida por la comunidad y defendida por la Iglesia. La Edad Media fue la época de las herejías por excelencia, mil años de cismas de la Iglesia. Durante todo este período se incluyen múltiples disidencias llamadas “herejías”: teológicas en Bizancio (siglos IV-VII); valdeses y cátaros (siglos XII-XIII) en el sur de Francia y husitas en Bohemia (siglo XV). Fue allí precisamente por la expansión del cristianismo, ya que era una zona desarrollada culturalmente, y por tanto con mayor capacidad de reflexión/especulación teológica. Factor fundamental de estas «discusiones bizantinas» donde se cuestionaba la naturaleza divina vs. humana de Cristo y el misterio de la Trinidad, según defendían los arrianos.
También analizamos la Orden del Temple, y descubrimos sus orígenes (la devoción hecha espada), ritual y simbología. Nacida en 1119 para proteger a los peregrinos que iban a Tierra Santa, descubrimos su leyenda negra y la visión de sus huellas en España, y concretamente en Cataluña.
Otros movimientos heréticos como el cátaro, surgido en el sur de Francia (s. XII). Éstos rechazaban la autoridad de la Iglesia católica y practicaban rituales y sacramentos propios. Como es el caso de los husitas (actual república checa) liderados por Jan Hus (s. XV). Éstos reclamaban una reforma de la Iglesia católica. La celebración de la misa en lengua vernácula y la comunión bajo las dos especies (pan y vino).
Fraticelos, aparecidos en el siglo XIV en Italia. Críticos con la riqueza y corrupción de la Iglesia católica, abogando por la reforma y el regreso a la pureza original del cristianismo.
Un ciclo que nos ha brindado una excelente oportunidad para analizar y profundizar en estos movimientos religiosos contrarios a la doctrina oficial de la Iglesia católica en la Edad Media. Teniendo en cuenta que, en su momento, cuestionar la ortodoxia religiosa o a sus representados era sinónimo de amenazar el orden social y, por tanto, la supervivencia de la Cristiandad. Un ejemplo moderno sería la masonería.
Tres sesiones que despertaron mucho interés entre los asociados y que con las explicaciones y la extensa bibliografía recomendada por Revelles, ¡nos ayudarán a entender mucho mejor aquellos tiempos tan convulsos de la historia!