Un grupo de trece compañeros y compañeras de Montaña Madrid han pasado una semana disfrutando de los Pirineos. Este año, han elegido Andorra, para descubrir de nuevo la belleza de sus valles, lagos y picos.
Cándido del Castillo, delegado de la sección, nos explica cómo ha ido la actividad.
Valle de Incles
A pesar del mal tiempo que nos hizo, realizamos prácticamente el programa previsto: cinco excursiones de gran belleza. El primer día, con lluvia y niebla durante toda la jornada, recorrimos el preciosísimo valle de Incles. A pesar de la lluvia, podemos apreciar la belleza del valle con los rododendros y los brezos floridos, el camino de montaña tiene algún paso con ayuda de cadenas muy cerca ya del refugio y el ibon de Juclà, el más grande de Andorra, que nos sorprende por su belleza entre la niebla y con algún nevero en sus orillas. Teníamos previsto llegar hasta el collado Juclà y del Alba, pero la niebla se apoderó de los picos y decidimos entrar en el refugio para secarnos un poco, tomar un caldo caliente, y después de descansar un rato iniciamos la vuelta a los coches. Subimos más de 500 m de desnivel.
Valle del Madriu
La segunda jornada, con mala previsión de tiempo, vamos al valle del Madriu, uno de los pocos valles intactos de Andorra, iniciamos la excursión en el aparcamiento de la plana de Engolaster a 1.385 m de altitud, el camino coincide con el GR 11 y recorre el valle en contínua subida pasando primero por el refugio de la Font Verda a 1.873 m de altitud, donde se queda parte del grupo. Los demás seguiremos subiendo hasta la cota 2.000, a la siguiente cabaña, y bajaremos a comer, sobre las dos, a la Font Verda. Completamos la jornada visitando el lago de Engolaster, donde nos cayó una fuerte tormenta.
Pico Casamanya
El tercer día subimos al pico Casamanya, de 2.741 m de altitud, desde el collado de Ordino (1.980 m). Desde el principio hacemos dos grupos, en el primero vamos ocho y subiremos hasta el pico, los otros cinco van más despacio y se quedarán en el collado. El sendero es muy exigente, con una gran inclinación por una cuerda muy aérea que nos hace, a pesar del esfuerzo, disfrutar de unas vistas espectaculares con los valles de la zona este de Andorra, coronados de picos nevados a nuestra derecha, y por el oeste los valles de Comapedrosa y la pica d’Estats, una preciosidad de excursión que se corona al alcanzar la cumbre con unas vistas bellísimas de las tres cumbres que tiene el Casamanya, apareciendo y desapareciendo entre la niebla. Un lujo de excursión que compensa con creces el esfuerzo.
Valle de Ransol y Soldeu
La cuarta jornada tiene muy mala previsión de tiempo, con lluvias a partir de las once de la mañana. Un grupo de ocho nos dirigimos hacia el valle de Ransol para subir hasta donde nos dejase la niebla. Los otros cinco se quedaron en Soldeu para hacer un recorrido partiendo desde el mismo hotel Himalaia.
En el valle de Ransol partimos desde la Coma de Ransol (1.950 m ) sobre las diez menos cuarto y fuimos recorriendo el valle por el sendero que sube hacia el pico de la Serrera y que va paralelo al río Ransol. Nos va descubriendo un valle muy bonito, lleno de colores verdes, amarillos y morados, mientras el río se va despeñando por grandes cascadas y nos envuelve con el ruido de sus aguas despeñándose.
En apenas hora y media, alcanzamos el primer ibon de Ransol (2.440 m), una preciosidad de lago con grandes neveros alrededor que bajan por las laderas del valle hasta la orilla de sus aguas de tonos azulados. Paramos para comer algo y continuamos subiendo hasta descubrir el segundo ibon de Ransol, su superficie helada en distintos grados le confiere una belleza que nos sorprende y nos alegra. Son más de las once y media, empieza a nevar mientras baja una niebla que apenas nos deja ver nada por encima de nosotros. Decidimos dejar de subir y hacer una circular al valle hasta que nos topamos con unas grandes placas de pizarra mojada en un sendero muy inclinado y peligroso que nos hace volver sobre nuestros pasos, después de cruzar varios neveros, y acabamos en los coches por el mismo camino donde hemos subido sobre las 14.30 h. Otra jornada de mal tiempo y gran belleza.
Valle de Comapedrosa
La quinta y última jornada, con buena previsión de tiempo, la empleamos para ir los trece al valle de Comapedrosa, en la zona de Arcalís al otro lado de Andorra. Hicimos dos grupos, de ocho y cinco, y partimos desde el aparcamiento del parque de Comapedrosa (1.575 m).
Un grupo tiene como objetivo subir al refugio. El otro grupo tenemos el objetivo de subir primero hasta el refugio de Comapedrosa e ibón de las Truites (2.250 m) y continuar subiendo hasta el lago Negro helado de Comapedrosa (2.640 m). Al grupo se nos ha unido Antonio (guía de montaña profesional, residente en Andorra) y Antón, conocidos de Damián y que van a pescar al ibón de las Truites.
El camino sigue el GR 11 y resulta precioso, pero muy duro por su gran inclinación. Los 675 m de desnivel hasta el refugio por este tipo de sendero de montaña se hacen muy duros y hace que cuatro del primer grupo se queden en el refugio mientras los otros cuatro continuamos hacia el lago Negro a una hora más de subida y otros 400 m más de desnivel. Al final haríamos casi 1.200 m de desnivel en más de 15 km.
El lago Negro helado cubre el fondo de un circo glacial a los pies del pico Comapedrosa, que con sus 2.932 m de altura es el pico más alto de Andorra y que se nos ofrece muy asequible, pero el circo y la subida es toda por nieve y no llevamos crampones para acometerlo. Nos conformamos con disfrutar del circo glacial cubierto de nieve y rodeado de picos espectaculares a nuestra vista, mientras paramos a comer sobre las 14 h.
Mientras comemos se nos unen Antonio y Antón que vienen del lago y continúan hacia el lago Negro, mientras nosotros iniciamos la bajada desde el primer lago donde estamos.
Cuando llegamos al refugio el primer grupo ha iniciado la bajada y los demás vamos bajando más tranquilos hasta los coches, donde llegamos sobre las seis de la tarde. Una jornada dura para todos y espectacular por sus paisajes.