La sección de los montañeros de Madrid completó la ruta circular en la Hoya de San Blas, desde la barrera hasta el Hoyo Cerrado en el fondo del valle.
Según nos explica Cándido del Castillo, delegado de Montaña Madrid, empezaron a caminar a las diez y media, subiendo por el sendero, entre bosque, en la vertiente norte de la Hoya, hasta cruzar la pista en las ruinas de una valla y una caseta de piedra, y buscar el sendero que, entre helechos y un fuerte pendiente, enlaza con otro que aparece a una gran altura por la vertiente y que les llevará hasta la cantera.
El día es fresco y húmedo cuando llegan, antes de la una. Deciden no cruzarla sino rodearla bajando por la pista que viene del barranco de la jaula de las cabras. Este cambio añade otros 1,5 km a la ruta, pero ahorra tiempo y desnivel a la excursión.
El recorrido hasta el final de la Hoya es precioso. El lugar es un circo glaciar convertido en un valle rodeado de picos por donde corre un arroyo… Una maravilla.
Tras el almuerzo y una siesta de diez minutos, a las tres comienzan el descenso por la vertiente contraria. Por un sendero bien marcado y haciendo muchos zigzags, van perdiendo altura rápidamente hasta llegar a la pista del fondo del valle. A las cinco y media llegamos al final del trayecto, con más de 20 km y 735 m de desnivel recorridos.
En Miraflores se toman una bebida refrescante antes de despedirse, después de haber vivido una buena jornada de montaña en buena compañía.