¡Lo llaman ‘Socimarinismo’ en estado puro!

Un grupo de Actividades Subacuáticas Cataluña viaja en el Mar Rojo. Firma la crónica la componente de la sección, Elisa:

¡Buenos días! ¡Bon dia! Briefing! …

Son las seis de la mañana y un grupo de compañeros y compañeras de la Socio, unidos por nuestra pasión por el fondo submarino, con cara de dormidos y con un café en la mano, nos encontramos en el salón de la segunda cubierta del SunyRevolution.

Hemos ido a pasar una semana, en lo que se conoce como un Liveaboard, es decir, hacer vida dentro del barco para poder bucear cuatro veces al día en lugares maravillosos alejados de la costa egipcia del Mar Rojo.

La primera inmersión es muy temprano, pero a nadie le da pereza. Todos tenemos muchas ganas de meternos en el agua, y la luz es maravillosa. Nos enfundamos el neopreno, verificamos que los aparatos funcionen perfectamente (botella, manómetro, ordenador, foco… ¡no puede uno imaginar la de cosas que llevamos colgando!), Revisamos que el compañero de buceo lo lleve también todo bien puesto, y al agua.

Cada inmersión es un safari, una búsqueda relajada y pausada del pez más extraño, del coral más colorido, disfrutando de unos fondos espléndidos y de grandes bancos de especies multicolores, en un espectáculo precioso de vida submarina. “Yo he visto un pez cocodrilo”… “Pues yo he jugado con dos peces payasos en una anémona roja” … “Qué emocionante cuando nos han pasado los delfines a tocar” … “¿Ha visto el enorme napoleón ? “…”Que miedo la morena gigante cuando ha salido de la cueva! “…”impresionantes los camiones alineados en la bodega del Thistlegorm”…

Al salir del agua nos espera un fastuoso desayuno. Todo son sonrisas, caras de felicidad y buen rollo, que continúan durante todo el día, mientras hablas con uno y otro.

Fuera del agua

Entre inmersión e inmersión tenemos dos o tres horas de relax. Todo el grupo Vamos encontrándonos con todo el grupo, disperso por las diferentes cubiertas y ubicaciones del yate: charlas con uno, conoces mejor el otro, ríos hasta que te duelen los abdominales con un tercero.

Quién lo desea, se pone a tomar el sol o descansar en la cabina, pero el ambiente es tan relajado que la mayor parte del tiempo que no estamos bajo el agua, lo pasamos compartiendo risas, historias y confidencias. Y comiendo, porque después de cada inmersión hay una comida para recuperar las fuerzas, con un toque dulce al final, al que nadie se resiste.

Para terminar el día, sesión de fotos con la puesta de sol, o unos estiramientos suaves de yoga bajo las estrellas. Y los que aún no tienen suficiente agua, inmersión nocturna.

Esto el primer día, y el segundo, y el tercero… hasta que, sin darnos cuenta, ya ha pasado una semana fantástica.

‘Socimarinismo’

Nuestro grupo de ‘Socimarinismo’ agrupa a gente en activo, compañeros prejubilados, beneficiarios (parejas, padres, hijos e hijas), … y esta variedad hace que la experiencia sea muy enriquecedora.

Desgraciadamente, en este viaje tuvimos dos bajas de última hora, pero como siempre somos optimistas, nos sirve como excusa para intentar repetir la experiencia a finales de este mismo verano…

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