Tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y la abdicación del káiser Guillermo II, en enero de 1919 se proclamó la República de Weimar, la primera democracia parlamentaria alemana. Una propuesta basada en la razón, la democracia y la igualdad.
Los integrantes del grupo pudimos constatar cómo la exposición utiliza distintos lenguajes museográficos como son las obras de arte, escenografías, montajes audiovisuales y los dispositivos participativos. Todo ello con el fin de recrear el ambiente de la época y sentirnos trasladados a los años veinte.
De la mano de la guía hicimos un repaso a las diferentes vanguardias artísticas como el expresionismo, el dadaísmo y el surrealismo que surgieron con fuerza como rechazo a las normas estéticas tradicionales, al utilizar formas y lenguajes radicales para cuestionar las estructuras sociales y culturales establecidas.
A destacar también el papel de las mujeres. Ellas ocuparon espacios que hasta entonces les habían resultado inaccesibles: en la ciencia, en la academia, en la política y en el derecho. Fue la primera democracia con sufragio universal, con derecho a voto de las mujeres en un país europeo industrializado.
En cuanto a la música, también hubo novedades. Este período trajo consigo la exploración de nuevas vías de desarrollo, donde se buscó retornar al sonido, experimentar con diferentes escalas y usar el lenguaje matemático para la notación musical. No obstante, la música de los antiguos maestros como Beethoven, Brahms y Mahler siguió ejerciendo una influencia considerable sobre muchos músicos. En la República de Weimar convivieron la atonalidad, el jazz, el cabaré y la música clásica, provocando un diverso ambiente musical.
Esta exposición nos permitió conocer a fondo este período, con una visión transcendental, en el que destacaron figuras como Thomas Mann, Käthe Kollwitz u Otto Dix.
La República de Weimar hizo tambalear muchos conceptos antes incuestionables en la sociedad alemana como los roles de género, la música o la noción de autoridad, así como la lucha obrera, la arquitectura, la física cuántica, la estética y hasta la técnica como expresión artística. Todo ello sujeto a una revisión crítica y renovadora. La incertidumbre se convirtió en el espíritu de la época y el cambio de paradigma abrió las puertas a nuestra actual manera de entender la realidad.
La República de Weimar (1919-1933) estuvo marcada por tensiones y un trágico final, pero muchas de sus ideas y debates, y la herencia de su desbordante creatividad, siguen vivos hoy en día.
¡Una exposición magnífica que no debes perderte!
Roser Pàez
Delegada de Història Barcelona