«Fernando Botero. Un maestro universal» es, sin duda, una de las muestras más ambiciosas dedicadas a este icónico artista colombiano en nuestro país. El Palau Martorell de Barcelona se transforma en un escenario privilegiado para descubrir su obra, y no es de extrañar que la expectación generada haya sido enorme. “Ante la gran demanda para participar, organizamos dos grupos para facilitar la experiencia”, comenta la delegada de la sección, Montse Ventura, quien nos sigue haciendo la crónica de la salida.
Los días 11 y 14 de abril, recorrimos las salas del Palau y nos sumergimos en el universo fascinante de Botero. Pudimos comprobar que su capacidad para captar la esencia de la realidad a través de formas voluptuosas y colores vibrantes es simplemente hipnótica. Con más de un centenar de piezas —incluyendo óleos, acuarelas, dibujos y esculturas—, la muestra ocupa tres plantas y se complementa con dos audiovisuales que dan una dimensión extra a la comprensión de su arte.
Lo que más nos fascinó de Botero es cómo reinventa las proporciones para crear un lenguaje visual único, lleno de ironía y ternura a la vez. Esta exposición no sólo nos permitió explorar su trayectoria y técnica, sino que también nos invitó a mirar su obra con una perspectiva más profunda, celebrando su habilidad para dar vida a la exageración como forma de belleza.