El 28 de junio, Excursions i Visites Culturals Girona visitó la Catalunya Nord para dar un paseo en el Tren Amarillo, que lleva más de 100 años atravesando el Pirineo catalán y hace las delicias de los amantes de los paisajes pirenaicos. El tren consta de 22 estaciones y de la estación más alta de Francia, Bolquère, a 1.593 metros de altitud. Tiene un recorrido de 63 km y pasa por dos puentes notables: el Viaduc Séjourné y el puente colgante Gisclard, con un ritmo máximo de marcha de 55 km/h.
El grupo gerundense se levantó temprano para llegar antes de las 10 h a la estación de Vilafranca del Conflent. Tal y como comenta el delegado, Josep Romeu “el viaje en el Tren Amarillo se parece realmente a una película panorámica: a medio camino de las fuertes vertientes del valle del Têt, el tren se encuentra cerca del vacío y después atraviesa suavemente espacios abiertos, al pie del Canigó, Cambre d’Aze, macizos del Carlit y del Puigmal, con la silueta de la Sierra del Cadí a lo lejos”.
Así, como si hubieran retrocedido en el tiempo, subieron al tren para iniciar un viaje sin prisas, que les permitió charlar, tomar fotografías y admirar el paisaje: primero abrupto, escarpado con fuertes laderas, como si estuvieran colgados en el vacío, y, poco a poco, abriéndose los valles donde poder admirar su verdor.
En Latour de Carol, y después de aproximadamente 3 horas de paseo, les esperaba el autocar que debía llevarles a comer a Puigcerdà. Una salida cultural, tranquila y, como siempre, ¡con muy buena compañía!
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