El mes de junio, Excursions i Visites Culturals Girona, con Josep Romeu al frente, ha realizado una caminata circular por la zona norte de las Gavarres, en el Empordà. La ruta, que pasa por varios monumentos megalíticos (dólmenes, menhires, cistas…), comienza en la iglesia románica de Santa Coloma de Fitor, una de las joyas del macizo de las Gavarres.
Nos explica la salida el delegado, Josep Romeu: guiados por Jaume Mundó, hemos iniciado la ruta, primero, por un camino sombreado, más adelante, por caminos más soleados. El primer paro lo hemos hecho en el antiguo pozo de hielo del Mas Cals que nos da fe de la vida que había, no hace tanto, en los bosques de nuestra región.
Prosiguiendo la caminata, hemos llegado hasta un cruce en el que, bien señalizada, hemos podido ver la cista del Clot del Llorer, un sepulcro megalítico rectangular. Después, hemos llegado hasta el dolmen de los Tres Peus, un sepulcro de cámara rectangular hecho de losas de pizarra, posiblemente el más conocido de esta parte de las Gavarres debido a su tamaño y buena conservación. Siguiendo la ruta, hemos llegado hasta el dolmen de la sierra de Cals que, según los arqueólogos, se trata de una probable galería catalana en U hecha de losas de pizarra.
Siguiendo, hemos llegado hasta la piedra derecha Tres Finques, una losa redondeada de grandes dimensiones que se encuentra dispuesta de forma totalmente vertical. Parece que podría formar parte de la cabecera de un sepulcro similar al dolmen de los Tres Peus. A continuación, hemos ido hasta el dolmen de los Tres Caires, otro monumento funerario, probablemente otra galería catalana en U hecha de losas de pizarra.
Habiendo hecho la mayor parte del recorrido, hemos llegado a la altura de la masía Platja donde está el ladrillar de Can Platja, ahora abandonado y que, en su tiempo, se especializó en la fabricación de tejas.
Desde la masía Playa, hemos vuelto a la iglesia de Fitor dando por terminada la caminata: una ruta de 8 km que nos han llevado a la época prehistórica. Ya para terminar, nos hemos podido refrescar y disfrutar de una buena comida y una buena sobremesa en un restaurante de la zona.