Convivencia en alta mar de Vela Andalucía Oriental

Vela Andalucía Oriental navegó por la costa de Portugal. Nos lo cuenta su delegado, Isidro Cabrera:

          Como ya es costumbre, los entusiastas navegantes de la sección de Vela de Andalucía Oriental, dedicamos una semana de nuestras vacaciones a navegar en otros derroteros, lejos de los acostumbrados.

          En esta ocasión, pusimos proa mentalmente al Algarve Occidental. Fijamos nuestra base en Portimao y, desde allí surcamos el Atlántico para recorrer la zona de acantilados barrocos hacia el Este y  doblar por el Oeste, Cabo San Vicente, el fin del mundo de los tiempos precolombinos.

          Con el velero arranchado a son de mar, soltamos amarras rumbo a Praia Marinha. Era nuestro primer día de navegación, y las vistas impresionantes. Praia Marihna está considerada como una de las 10 playas más bonitas de Europa (Guía Michelin) y una de las 100 más bonitas del mundo.

          El día amaneció pronto, teníamos inquietud por visitar todo lo que nos esperaba. La costa, erosionada durante siglos está llena de acantilados, cuevas, grutas y algares que la embellecen. ‘El Algar de Benagil’  que asemeja una gran cúpula catedralicia natural, en cuyo zenit se abre una oquedad de deja pasar la luz, dando un color y tonalidad espectaculares.

A toda vela!

Desde aquí, un amplio recorrido en el velero y zódiac por las grutas y calas más destacadas: Gruta do Paraiso, Arco y Algar de Albandeira, Algar dos Capitaes, Praia Joao de Arens… Por la tarde noche, un paseo turístico por Albufeira, la ciudad más al este que visitaríamos y a descansar prontito que al día siguiente nos aguardaba el océano. 

          Con los primeros rayos de sol, pusimos rumbo a Ferragudo, un pueblo costero encantador, que conserva todo el sabor de antaño, de lo antiguo. Un paseo por su centro histórico con sus calles empedradas y sus casas encaladas, su castillo de San Juan de Arade (siglo XII) y su plaza central, nos parecieron dignos de ver.

          El cuarto día de viaje decidimos hacer una excursión por tierra para visitar Carvoeiro y su famoso Algar Seco. Considerado uno de los pueblos más bonitos del Algarve, Carvoeiro no posee sin embargo puerto, de ahí la excursión terrestre. Mereció la pena y la visita a la ciudad y a sus famosas cuevas del Algar seco.

          Al quinto día, pusimos rumbo a Lagos, ciudad histórica del Algarve desde donde partían las expediciones al nuevo mundo. Al llegar había fiesta en la Marina, daban la bienvenida a los equipos participantes en  el campeonato mundial de Catamaranes (categoría GC32), que se celebraba en aquellas fechas.

Cabo San Vicente

Después de admirar alguna regata de este campeonato, pusimos rumbo a Cabo San Vicente. La navegación discurría placenteramente hasta que al llegar a la punta de Sagres, nuestro viento bonancible, se transformó e impetuoso vendaval de NE. que nos obligó a tomar dos rizos en la mayor. Con la prudencia debida, continuamos a rumbo SO, hasta bordear cabo San Vicente donde encontramos vientos de 30 nudos. Contemplamos su faro, (en obras) y sus portentosos acantilados de la costa oeste y viramos para poner de nuevo rumbo a Lagos donde haríamos noche.

          Al amanecer del nuevo día, enfilamos rumbo a Punta da Piadade, un conjunto de acantilados de hasta 20 mts. que los vientos y el embate de las olas han modelado, dando lugar a preciosas calas y cuevas. El paseo en zódiac por estas cuevas fue precioso. Por la noche, la visita obligada a la ciudad de Lagos.

Navegar en equipo

El viernes por la mañana, nuestro rumbo estaba decidido, debíamos, a pesar nuestro, retornar a nuestro puerto base, nuestro viaje tocaba a su fin.

Las maravillas contempladas en este viaje no las olvidaremos fácilmente. Pero si hay algo que destacar es sin duda, la tripulación del velero al completo. El espíritu de equipo, de compañerismo, de renuncia en favor del grupo.

          Todos a una como un todo, sin fricciones a pesar del espacio reducido. La actitud solidaria y de ayuda, en fin un equipo inmejorable para un viaje inolvidable.

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