Fascinación sería la palabra que definiría la experiencia vivida durante la visita a esta casa situada en la calle Argentona, 55, de Mataró.
La Casa Coll i Regàs fue proyectada por el arquitecto catalán Josep Puig i Cadafalch en 1898 por encargo del empresario mataronense Joaquim Coll i Regàs (1855). Su padre y su abuelo paternos eran sastres, y el abuelo materno, Feliciano Regàs, tenía una fábrica en la que Joaquim Coll i Regàs empezó a trabajar.
En la ciudad de Mataró, se encargó de urbanizar muchas calles y de modificar, modernizar y ampliar la red de cloacas, muchas de las cuales todavía se encuentran en perfecto estado.
En cuanto al arquitecto, Josep Puig i Cadafalch es conocido y reconocido, tanto por su faceta constructora, como por su vertiente histórica y política. Un personaje muy interesante digno de estudio y admiración. Él es el artífice de otros edificios modernistas situados en Barcelona ciudad, como el Palacio Romà Macaya, el Palacio del Barón de Quadres o la casa Amatller, entre otros.
La casa Coll i Regàs es un edificio de 4 plantas: sótano, planta baja, primer piso y buhardilla. El estilo sigue la tradición de los casales de la burguesía de Mataró y es el único casal de la época modernista construido en la ciudad. En la fachada principal, el esgrafiado se sitúa en toda la superficie libre entre los elementos pétreos. La decoración interior es de gran belleza. A destacar los esgrafiados de la mayor parte de los paramentos de la casa. Algunos puramente decorativos y otros combinados con piezas de cerámica.
Parte del grupo terminamos la visita tomando un vermut en la terraza. En la Catalunya de principios del siglo XX «tomar el vermut» era una excusa para quedar con los amigos y la familia antes de comer, sobre todo los domingos después de ir a misa.
¡Una mirada al pasado que nos permitió vivir por unas horas la vida de los mataronenses de aquella época!
Roser Páez, delegada de Historia Barcelona